Cuentos para contar.

domingo, 24 de febrero de 2013

El tren de los sueños

Todas las noches, cuando los niños se van a dormir, "El tren de los sueños" pasa por sus casas y se los lleva al "Reino de los sueños". Allí, viven todos los personajes de los cuentos que la imaginación ha creado y creará. Antes de salir el sol, "El tren de los sueños" vuelve ha recoger a todos los niños, y los lleva de nuevo a sus casas.
Sucedió, que una noche, cuando "El tren de los sueños" fue a buscar a los niños ¡"El reino de los sueños" había desaparecido!,¡ y con él todos los niños!.
Los padres estaban desconsolados, y no sabían qué hacer.
- Le preguntaré a "Mou", el búho sabio,  que ha sucedido - pensó "El tren de los sueños". Y se dirigió al bosque donde éste vivía.
- ¡"Mou"!, ¡"Mou"!, ¡Ha pasado algo terrible!, ¡"El reino de los sueños" ha desaparecido!, ¡y con él todos los niños!.
- ¡Vaya! - dijo "Mou" - eso significa que Teresa no puede dormir.
- ¿Que quieres decir? - dijo "El tren de los sueños".
- Teresa, es una tortuga enorme que vive en la luna. Cuando duerme, sueña "El reino de los sueños" - dijo "Mou". Si éste ha desaparecido, es porque no puede dormir.
- Pues vayamos a la luna para descubrir que le sucede.
Y así, "Mou" se subió al "tren de los sueños", y se fueron a la luna.
Teresa,  la tortuga, se encontraba escondida detrás de una colina (era muy grande la tortuga).
- ¡Teresa, vieja amiga! - le dijo "Mou",- ¿de qué tienes miedo?.
- ¡De unos fantasmas que no dejan de asustarme! - dijo Teresa, - y así no puedo dormir. ¡Ya vuelven de nuevo!.
- ¡Queremos ir al "Reino de los sueños"! - gritaban los fantasmas mientras volaban alrededor de Teresa agitando sus sábanas.
- ¡Un momento! - dijo "Mou" - ¿Quereis ir al "Reino de los sueños"? - les dijo "Mou".
- ¡Si, si, si! - gritaron los fantasmas.
- Entonces, venir aquí antes de que salga el sol. - les dijo "Mou".
Antes de salir el sol, los fantasmas acudieron a la cita. Allí se encontraba "El tren de los sueños", al que subieron los fantasmas. Para entonces, Teresa ya se había dormido, y les llevó al "Reino de los sueños", que se encontraba en el lugar de siempre.
Entonces, "El tren de los sueños" cogió a todos los niños y dejó a los fantasmas, que muy contentos, se pusieron a asustar a todo el mundo.
"El tren de los sueños", dejó a cada niño en su casa, pero desde entonces, de vez en cuando, los fantasmas se cuelan en los sueños de los niños...........................................


domingo, 17 de febrero de 2013

La niña cantora

Existía un reino en el que nadie sabía cantar.
Sucedió, que el rey era un cantante mediocre, pero muy orgulloso, y prohibió a todos los habitantes de su reino cantar.
Con el paso del tiempo, la gente se olvidó de cantar, y sólo el rey celebraba conciertos en la corte a los que debían de acudir todos los habitantes del reino, y llenarle de alabanzas, bajo pena de muerte.
Un buen día, en una humilde casa, nació una niña muy especial. Antes incluso de aprender a hablar, la niña ¡empezó a cantar!. Los padres, asustados, cogieron a la niña, y se fueron al bosque a vivir, por miedo a que el rey se enterara.
Pasaron los años. La niña creció, pero no dejó de cantar. Hasta los pájaros del bosque se callaban para escucharla, tan bello era su canto.

- ¡Tengo que ver al rey!, ¡llevadme ante el rey! - gritaba el cazador visiblemente irritado.
- ¿Que es ese griterío? - dijo el rey en sus aposentos, mientra se enjuagaba la garganta para seguir practicando las escalas musicales.
- Es un cazador, dice que quiere hablar con su majestad, que tiene algo muy importante que comunicarle.
- ¡Que le echen al lago de los cocodrilos!, ¡Estoy ensayando!.
 - ¡Nunca he escuchado una voz tan maravillosa! - gritaba el cazador.
- ¿Qué está diciendo?, habla quizás de mí.............. , ¡dejadle pasar!.
- ¡Majestad!, ¡majestad!, en el bosque vive una muchacha que canta como un ruiseñor. Yo le llevaré hasta ella. - dijo el cazador.
- ¡No es posible!, ¡tráemela y te llenaré de riquezas! - le respondió el rey.
El cazador, fue al bosque donde vivía la muchacha, y cuando salió a coger agua del río, le echó un saco por encima, y se la llevó en su caballo.

- Así que cantas............,¿no sabes que está prohibido? - le dijo el rey a la muchacha.
- ¡ No puedo evitarlo majestad!, me sale de dentro - le respondió.
- Canta entones para que pueda oírte.
La muchacha empezó a cantar, y la más pura y cristalina de las voces sobrecogió el corazón de todos los allí presentes.
- ¡que se la lleven a la torre más alta, y que no salga nunca más de allí!- gritó el rey loco de envidia.
Así, la muchacha fue llevada a la torre más alta, donde la encerraron para que nadie pudiera oírla jamás.
Pero la muchacha, en su tristeza, empezó a cantar, y su canto traspasó los muros de la torre llegando a los oídos de toda la gente de la ciudad, que se acercaron sorprendidos y acongojados por tanta tristeza.
El rey también escuchó el canto de la muchacha, y cogiendo su espada se dirigió hacia la torre.
- ¡Que está pasando! - gritaba el rey cuando llegó - ¡hacerla callar!  .
Pero nadie se movió, tan embargados estaban ante tal maravilloso y melancólico canto.
Entonces el rey, desenvainó su espada, y lleno de rabia la levantó sobre la muchacha para enmudecerla por siempre.Pero en ése momento, un coro de voces se elevó en el cielo. ¡Todas las personas que allí se encontraban se pusieron a cantar, como por arte de magia!.
El rey, se quedó, literalmente, mudo de espanto, y ya nunca más fue capaz de pronunciar una palabra.
Desde entonces, las canciones volvieron a llenar el aire y los corazones de los habitantes de aquel pueblo.


viernes, 8 de febrero de 2013

El niño que no quería dormir

Había un niño que no quería dormir. Cuando llegaba la hora de irse a la cama, se ponía a jugar, y claro, el sol tenía que quedarse en el cielo para velar los juegos del niño. Luego, durante el día, el niño se quedaba dormido de cansancio, y claro, la luna tenía que quedarse en el cielo para velar sus sueños.
Y así, tanto la luna como el sol, se encontraban terriblemente cansados, y los días empezaron a ser más oscuros, y las noches más claras. Ya nadie descansaba como era debido, ¡un verdadero desastre!.
Un buen día, un ángel se presentó donde el niño,
- ¿Porqué no quieres dormir por la noche? - le preguntó.
- Es que................., me da miedo la oscuridad - le dijo el niño tímidamente.
Entonces, el ángel, metió su mano en el bolsillo, y cogiendo un puñado de estrellas, las esparció por el cielo.
- De ahora en adelante, las estrellas brillarán en el cielo por la noche, para iluminarlo - dijo, - y así no tendrás miedo.
Entonces el niño se durmió, y todo volvió a la normalidad.

viernes, 1 de febrero de 2013

¡Los cangrejos se han ido!

- ¡Vamos a coger cangrejos a la playa! - le dijo el aitona (1) a Leire.
- ¡Si, si! - le respondió Leire muy contenta.. así que cogieron el cubo y  la pala, y se fueron a la playa.
Pero al llegar, no encontraron ni un solo cangrejo.
- ¡ Que raro! - dijo el aitona, - vayamos a "La isla de los cangrejos" para preguntarles porqué no están  en la playa.
- Yo os llevaré - les dijo un delfín que pasaba por allí. Y subiéndoles en su lomo, les llevó a "La isla de los cangrejos".
- Oye cangrejo, ¿ porqué no vais a la playa? - le preguntó el aitona a un cangrejo que tomaba el sol subido a una roca.
- Es que ya no llueve mucho, y a nosotros nos gusta estar en la playa cuando llueve.
- Vayamos donde las nubes para preguntarles porqué ya no llueve - dijo el aitona.
- Yo os llevaré - les dijo una gaviota que pasaba por allí. Y subiendo a Leire y al aitona en su cuello, les llevó por el cielo hasta las nubes.
-  Oye nube, ¿ porqué no llueve ya sobre la playa? - le preguntó el aitona a una nube con forma de guitarra.
- Es que el viento no nos hace cosquillas, y es entonces cuando llueve,  por las lágrimas que se nos saltan.
- Vayamos entonces a "La cueva del viento", de donde salen todos los vientos, para ver que pasa - dijo el aitona.
- Yo os llevaré - les dijo un caballito que trotaba por el campo en ese momento. Y al galope, les llevó hasta "La cueva del viento".
De la boca de la cueva, salía una suave brisa, provocando un débil silbido.
- Pues si que sale poco viento - dijo el aitona. Y sacando una linterna del bolsillo, se internaron en la cueva.
Al fondo, encontraron un gran dragón que dormía plácidamente.
- Parece que los ronquidos del dragón producen el viento que sale de la cueva - dijo Leire,- pero debe de estar enfermo, porque son muy débiles.
- Preguntémosle que le pasa - dijo el aitona. -Señor dragón, ¿está usted enfermo?.
- Pues sí - le respondió el dragón deperezándose. - Todos los días voy al sol para alimentarme de sus rayos, pero últimamente, no me sientan bien.
- Pues vayamos al sol para ver porqué no le sientan bien sus rayos al dragón - dijo el aitona.
Al salir de "La cueva del viento", se encontraron con Saturnino.
- Yo os llevaré al sol - les dijo. - ¡vamos, montad en mi nave!.
Y subiendo al "Gorrión moteado", la nave de Saturnino, se dirigieron hacia el sol.
- Señor sol - le dijo el aitona al llegar, - sus rayos de sol no le sientan bien al dragón del viento, ¿que le sucede?.
- Es que ya no tienen la fuerza de antes,me estoy quedando sin piiiiiillllllaaaaasssssss............- le respondió el sol, casi en un suspiro.
- ¡Pues démosle un gran abrazo! - dijo Leire, - ¿no os acordáis de la aventura de Saturnino en "El planeta de los robots"? (2).
Así, Leire llamó a todos sus amigos con el móvil, y rodeando al sol, le dieron un gran abrazo.
El sol, al momento, empezó a brillar cómo nunca lo había hecho, y sus rayos recuperaron toda su fuerza, que alimentaron como dios manda al dragón cuyos ronquidos formaron los vientos que hicieron cosquillas a las nubes que muertas de risa soltaron la lluvia sobre la playa donde los cangrejos volvieron a reunirse para que Leire y el aitona se divirtieran congiéndolos.

(1) Aitona: Abuelo en euskera.
(2)"El planeta de los robots": En esa aventura, Saturnino abrazó a todos los robots del "Planeta de los robots", porque se estaban quedando sin pilas, y volvieron a funcionar.