Cuentos para contar.

viernes, 13 de febrero de 2015

El Niño Poesía y El Heladero Mágico en: Las tres reliquias (parte 4ª)

"El Niño Poesía" y el "Heladero Mágico" convocaron al presidente de "Gugulandia" ("Bebelandia")  y al Sumo Sacerdote a una reunión en "Planet - Toy". Se dirigieron a una zona donde se amontonaban cajas de música.
- Les he reunido aquí - les dijo Félix - porque hemos descubierto donde se encuentran "Las Tres Reliquias".
- ¡Donde, donde! - gritó ansioso el presidente.
- Aquí mismo, en una de estas cajas.
- ¿Pero en cual?
- Quizás El Sumo Sacerdote tendría la amabilidad de indicárnoslo - dijo Félix irónicamente.
El Sumo Sacerdote se puso rojo como un tomate.
- ¡No se de qué está hablando! - farfulló.
- ¿No es en una de éstas cajas donde se guardan las reliquias la víspera de la procesión? - preguntó Asier?
- Pues si,.................
- Pues como Sumo Sacerdote, tendrá la llave que la abre.
- ¡Así es!.....¿pero a donde quieres ir a parar?
- ¿ Nos podría hacer el favor de mostrarnos cual es la caja y abrirla?
Tras unos instantes de vacilación, El Sumo Sacerdote se puso a gritar:
- ¡No lo pienso hacer!, ¡ésto es un atropello!, ¡ quienes os habéis creído que sois, héroes de pacotilla!
- ¡Abra la caja inmediatamente! - Le ordenó el presidente, echándole una mirada que haría temblar al mismísimo diablo.
El Sumo Sacerdote, con mano temblorosa, cogió una llave que llevaba en el cuello, a modo de collar, y aproximándose a una vieja caja decorada con mariposas pintadas, se dispuso a abrirla.
- ¡ No, no puedo! - gritó.
El presidente, le arrebató la llave de la mano, y dijo solemnemente:
- ¡Pues lo haré yo!
Al abrirla, junto a la bailarina que giraba al ritmo de una cristalina melodía, ¡se encontraban "Las tres reliquias"!
- ¿ Cómo has sido capaz?, ¿Y porqué?
El Sumo Sacerdote se echó a llorar.
- ¡Tenía que hacerlo!- dijo entre sollozos.
- Yo se lo explicaré todo - dijo Félix -. En realidad, las reliquias son falsas, siempre lo han sido, lo que sucedió, fue que la estirpe de Los Sumos Sacerdotes, aprovecharon la leyenda de "Las tres reliquias" para decir que las habían descubierto, y así convertirse en sus protectores. De esta manera, obtenían todo tipo de privilegios. Por eso, cuando se propuso hacer una demostración de sus poderes a causa de su centenario,  el actual Sumo Sacerdote, tuvo que actuar rápìdamente, esconderlas, y hacer creer  que las habían robado.
- Así que las reliquias son falsas - dijo el presidente pensativo.
- Si señor, siempre lo han sido.
- ¿Y como lo descubristeis?
- Después de enfrentarnos con "Superabusón", que estaba compinchado con El Sumo Sacerdote, volvimos al almacén. Allí encontramos un rastro de baba, que nos llevó hasta ésta caja - dijo señalando la caja donde estaban "Las tres reliquias" - , que es la única que estaba cerrada, y sin llave.
Lo demás fue pura deducción.

Asier y Félix, jugaban con los bebés en la arena del parque:
- Ha sido un duro golpe para la sociedad descubrir que eran falsas - comentaba el presidente mientras hacía un castillo de arena.
- Bueno, es mejor que las leyendas sigan siendo leyendas - dijo Félix - y si quiere que alguna se haga realidad, ¡aquí tiene uno de los legendarios helados del Heladero Mágico!
Un delicioso helado de tres bolas, con caramelo y virutas de chocolate, apareció en su mano como por arte de magia.

viernes, 6 de febrero de 2015

El niño poesía y el heladero mágico en: Las tres reliquias (parte 3ª)

"Planet-Toy" era la juguetería más impresionante que Asier había visto: Cuatro plantas repletas de juguetes dedicados a los personajes de las películas y series de moda.
Al llegar, fueron a hablar con el encargado.
- Hola - dijo Félix - somos restauradores de juguetes, y estamos interesados en adquirir juguetes deteriorados, o que hayan quedado anticuado.
- Pues habéis venido al sitio ideal, tenemos el almacén repleto de juguetes que no se pueden vender. Acompañarme.
Bajaron en el ascensor varias plantas, hasta el sótano. Allí, amontonados en polvorientas estanterías, cientos de juguetes, soñaban con la remota posibilidad de que algún niño jugara con ellos.
- Pues éste es "El país de los juguetes abandonados" - dijo el encargado.
- Gracias, echaremos un vistazo.
El encargado, volvió a sus quehaceres, dejando a nuestros superhéroes en medio de aquel caos de juguetes rotos.
- ¿Por donde empezamos?
- Tiene que haber un orden..................busquemos peluches, tenemos que encontrar "El Gran Peluche".
Recorrieron varios pasillos atestados de muñecas a las que les faltaba un ojo o una pierna, cajas de puzles descoloridas, bicicletas sin ruedas, coches teledirigidos sin antena, cuentos a los que les faltaba hojas, disfraces pasados de moda,......................, y al final, peluches sucios y descoloridos.
- "El Gran Peluche, es un enorme oso al que le falta un ojo, y lleva una camiseta blanca con un corazón.
- ¡Pues a buscar!
Subidos a escaleras de mano, Asier y Félix movieron uno por uno los peluches agolpados en las estanterías, buscando uno que encajara con la descripción del "Gran Peluche". De pronto, escucharon una voz:
- ¿Buscáis esto?
Un niño gordo, embutido en un ajustado mono negro, con el dibujo de un puño en el pecho, y un antifaz, sostenía en la mano "El Gran Peluche".
- ¿Quien eres? - preguntó Asier.
- ¿No me reconoces?, por lo visto te zurré demasiado fuerte la última vez.
El niño se quitó la máscara.
- ¡Eusebio, "El Gorila"!
- El mismo. Ahora soy "Superabusón", y voy a darte una buena paliza.
- Creo que no nos han prestado - medió Félix.
- ¡Tu calla viejo! - respondió Eusebio - luego me encargaré de ti.
El heladero fue a enfrentarse a él, pero la mano de Asier le contuvo.
- Tranquilo - le dijo - es algo personal, yo me encargo.
Eusebio, era un compañero de colegio de Asier. Era un abusón, y se la tenía jurada, porque usando su poder, Asier descubrió que tenía afición de coleccionar mariposas, y al hacerlo público, su fama de duro se hizo añicos.
- ¿Quieres el peluche? - gritó "Superabusón"- ¡pues ven a por él!
Asier se acercó precavido. Entonces, Eusebio, de un imposible salto, cayó sobre Asier, quedando éste atrapado bajo el orondo cuerpo de Eusebio.
- ¡Podemos ser amigos!..... - dijo Asier entrecortadamente.
- ¡Destruiste mi reputación, y ahora voy a acabar yo contigo!
- ¡Tengo una "spicebush swallowtail"(1), si me sueltas será tuya.!
- ¿ Cómo?, ¿una  "spicebush swallowtail"? - dijo Eusebio reduciendo la presión sobre Asier - Son rarísimas..............
Eusebio soltó a Asier, y como le había prometido, le dio la mariposa que guardaba en su casa.

(1) Una especie de mariposa.